LA ECONOMÍA ESPAÑOLA DESPUÉS DEL CORONAVIRUS


La economía española después del coronavirus: recesión, paro y con la deuda y el déficit disparados 


Autor: @Ana P. Alarcos
FUENTE:elidealista.com


26 marzo 2020, 17:43
España se enfrenta a uno de sus momentos más complicados. El mercado da por hecho que el impacto económico que provocará la expansión del coronavirus y las drásticas medidas que ha tenido que tomar el Gobierno para frenar los contagios van a pasar factura a la actividad, el empleo, la deuda y el déficit.
El escenario es desolador a corto plazo y hay organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que aseguran que podríamos vivir a nivel global una situación igual de crítica que cuando estalló la crisis en 2008, e incluso peor. La única buena noticia es que, al tratarse de un shock coyuntural, todo apunta a que la recuperación llegará rápido y con fuerza.
En el caso de España, los economistas dan el año por perdido y creen que en 2020 la economía entrará en recesión, que se destruirán más de un millón de empleos y que el déficit y la deuda públicos se dispararán. Veamos qué números están manejando de momento y bajo la premisa de que la situación de emergencia derivada del coronavirus esté bajo control antes de verano.
“La economía española se enfrenta a la emergencia de una crisis sanitaria sin precedentes que está teniendo de igual forma un impacto económico significativo. Los canales de transmisión son múltiples, provienen tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda y está afectando a un elevado grupo de actividades que tienen una amplia participación sobre el PIB de la economía española”, sostiene Carlos Ruiz, director de estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Hasta la llegada del coronavirus, la previsión del mercado apuntaba a un crecimiento cercano al 1,6% durante este año
Adiós a más caídas del paro
Pasamos ahora al mercado laboral, que tampoco cuenta con unas previsiones esperanzadoras para 2020. Además del aluvión de trabajadores que se verán afectados por la fórmula del ERTE (expediente de regulación temporal de empleo, que supone una paralización del contrato y que el trabajador cobre el paro), se prevé la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo.
“En el escenario realista, un mes de restricciones casi totales y un descenso medio de un 30% de la actividad puede afectar en torno al medio millón de trabajadores”, sostiene Javier Blasco, director de Adecco Group Institute.
Pampillón, por su parte, cree que la tasa de paro en España ha tocado suelo y que, con una economía que ya estaba en desaceleración, una crisis como esta y otros factores adicionales de presión como el Brexit, “es muy difícil que baje a partir de ahora”.
En su opinión, lo más importante es intentar que la gente siga en plantilla y que, al margen de las medidas temporales, que “se mantenga todo lo posible el empleo para que, cuando salgamos de todo esto, la gente siga teniendo una renta. Porque si se destruye empleo, la tasa de paro volverá a dispararse”, señala.
Higueras va un paso más allá y recuerda que hay estudios que apuntan a una pérdida de entre uno y dos millones de puestos de trabajo si se cumplen las peores previsiones posibles (un parón económico superior y una extensión del periodo del estado de alarma). En ese caso, “la tasa de paro podría situarse entre el 18% y el 22%”, aclara. Actualmente, la tasa de desempleo se sitúa en el 13,8% (llegó a rozar el 27% en 2013), es la segunda más alta de Europa y supera varias veces la que registran Alemania, Reino Unido o EEUU.
Al igual que en el caso del PIB, los expertos llaman a la calma y prevén una fuerte mejora de los principales indicadores laborales de cara a final de año y, sobre todo, a lo largo del próximo ejercicio.
En cualquier caso, Adecco asegura que lo que sí está claro es que “una vez superada la crisis, habrá sectores que no podrán recuperar el consumo perdido (restauración, hostelería...). Los sectores más afectados serán aquellos con mayor presencia de pymes y autónomos, que se concentran mucho en el sector servicios, en el pequeño comercio y en actividades vinculadas al consumo, todas ellas muy dependientes de la capacidad adquisitiva de la población, mientras que otras actividades saldrán reforzadas, como la sanidad, gran parte del sector de la industria, la construcción, la alimentación, la logística y el transporte. Y también aquellas en las que se pueda trabajar en remoto, como la enseñanza, los trabajos de oficina, o las telecomunicaciones”.



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